Una vez soñé, lo que el futuro me deparaba Había un patio andaluz, mi niño toca la guitarra El otro se echaba un cante Mi mujer y mi niña bailaban, al compás de bulerías Mientras les toco las palmas Los sueños, sueños son, y el destino decidirá Lo que en el futuro me espera Si mi sueño se cumplirá Y a Dios le estoy pidiendo Que se haga realidad Pues me paso el día durmiendo Para encontrar la felicidad Poder besarla, cada mañana Mirar para el lado y verla tumbada en mi cama Será mi noche, será mi día Mi estrella blanca Y una casita en el barrio de Santa Cruz Un ventanal y un pequeño patio andaluz Enredaderas que suben por la escalera Por una reja se ve el Sol y entra luz Y cuando llega la noche a mi ventana Cojo jazmine' y huele a la flor de mi dama En mi vieja mecedora quedo dormido Al despertar del sueño todo se había ido Ya encontré la que será mi futura esposa La madre de mis tres hijos Sevillana, guapa y hermosa Al bailar parece que vuela Sus pies son de oro puro Cásate conmigo flamenca Que amor eterno yo a ti te juro Poder besarla, cada mañana Mirar para el lado y verla tumbada en mi cama Será mi noche, será mi día Mi estrella blanca Y una casita en el barrio de Santa Cruz Un ventanal y un pequeño patio andaluz Enredaderas que suben por la escalera Por una reja se ve el Sol y entra luz Y cuando llega la noche a mi ventana Cojo jazmine' y huele a la flor de mi dama En mi vieja mecedora quedo dormido Al despertar del sueño todo se había ido Y una casita en el barrio de Santa Cruz Un ventanal y un pequeño patio andaluz Enredaderas que suben por la escalera Por una reja se ve el Sol y entra luz Y cuando llega la noche a mi ventana Cojo jazmine' y huele a la flor de mi dama En mi vieja mecedora quedo dormido Al despertar del sueño todo se había ido Y una casita en el barrio de Santa Cruz Un ventanal y un pequeño patio andaluz Enredaderas que suben por la escalera Por una reja se ve el Sol y entra luz Y cuando llega la noche a mi ventana Cojo jazmine' y huele a la flor de mi dama En mi vieja mecedora quedo dormido Al despertar del sueño todo se había ido